miércoles, 30 de junio de 2010

Hanzel y Gretel






Era una tarde fresca de otoño en Lima, la agenda se tornaba apretada para esa tarde, después de todo me la ingenie para sumergirme en las oscuras artes de la procrastinación y dejé para el ultimo la primera lectura para la practica de cosmología. - “Almuerzo, leo 2 horas y de ahí la práctica”- pensaba mientras formaba la cola para el almuerzo en la cafetería principal.

Las clases de ese curso se tornaban aburridas, no conocía a nadie, siempre terminaba sentándome en la 3ra o 4 fila, a mi alrededor no veía mas que 1 ó 2 chicas que se veían bonitas, quizá podría decir que eran agradables a la vista pero por ese entonces seguía pensando en otra persona; tal vez era soberbia, tal vez exhibía timidez absoluta, pero intentaba convencerme que no valía la pena conocer a alguien ahí, después de todo no pertenecía a ese lugar, era solo un extraño forastero que pasaba un semestre por ahí.



Ya era hora, salía apurado de la biblioteca intentando hilar los últimos párrafos de la lectura, siempre solo, siempre apurado al menos en ese entonces. Llegue al pabellón y recordé que no conocía el salón de prácticas, estaban colgadas en la primera planta en las vitrinas respectivas, con el tiempo justo solo me quedaban escuchar mis propios reproches tuve semanas para verlo pensaba... Estaba atestado de gente, había gente que ni conocía que nunca había visto en mi vida, así que sospechaba que era de otros cursos que tenían practica a la misma hora, me acerque lentamente haber si veía a alguien familiar pero sin suerte justo cuando sentía un nudo en el estomago, de esos que te vienen cuando no hiciste algo que debiste hacer...


Este fue el momento donde descubrí que quizá no estaba tan solo, quizá habían esperanzas para un ser como yo, quizá ya estaba muy loco como para tener la esperanza de ser normal algún día, quizá terminara gritando un día soy un chico de verdad soy un chico de verdad cual pinocho a gepetto, pero todo cambio en segundos, cuando escuche una voz que amablemente me decía ahí está cosmología, baje la mirada y era una linda chica de cabello claro y ojos verdes quien me lo decía, solo atine agradecerle, me dirigí a la vitrina para buscar mi nombre y salón respectivo, después de aquella ocasión no recuerdo volverla a ver, siempre la buscaba en el salón pero nunca supe si realmente estaba ahí, en las sillas de atrás, si salia antes de que yo volteara, si realmente existía, solo se que ella era un anticipo de lo que años mas tarde conocería, que ella era la primera migaja en el camino de Hansel y Gretel solo que ese camino no me llevaría a la casa de la bruja sino a la mismísima Gretel por decirlo de alguna manera...

1 comentario:

Daniel Arce dijo...

Sigue a gretel con aquella inocencia de un niño en busca del tesoro, pero deja tus migajas tu tambien en el camino, asi evitaras perderte en el mundo de las chicas lindas y misteriosas.
Good luck my old good friend.