lunes, 30 de junio de 2008

Musa

Es cierto, hay veces en las que los acontecimientos se vuelven exagerados o en todo caso los exageramos según la fuente, causa y efecto, pero son aquellas causas taquicardiosas las cuales provocan efectos desproporcionadamente exagerados, indolentes y su ves inspiradores. De alguna forma los efectos confluyen y se convierten en esa fuerza creadora que te obliga a expresarlo de alguna manera...nada fácil para el que es un negado en las artes como en mi caso.
Si las coincidencias no dejan de ser un tanque de napal para la hoguera de la imaginación y/o delirio porque en estos casos la diferencia entre ambas se vuelve oscura, borrosa y desconcertante. Solo ellas alimentan el proceso de creación con intrincadas relaciones las cuales horas antes de su ignición no eran mas que gotas del mismo líquido inflamable.

Hoy me vi con su tocaya; aunque por mas iguales que sean sus nombres difícilmente encuentras personas tan distintas y casi sin cosas en común(al menos tienen el nombre).

Hoy es uno de esos días en los que decido rememorar nuestro primer encuentro vistiendo como ella y yo al mismo tiempo, ungiéndome en un blanco impoluto con excepción de las zapatillas por que al menos los pies tienen que recordar como vestía (si todo de azul) quien sabe quizás el destino me preparo para atacar su subconsciente de la misma forma como ataco el mio sin piedad, aunque solo puedo contar una parte de la historia no hay duda que una simple linea escrita con su ternura incondicional aún en la distancia puede desencadenar tantos sentimientos, tantos pensamientos y tantos deseos de escribir “por que uno escribe para que lo quieran más” y es que hasta hoy solo iba con mi pena corriendo de los ya manifiestos alcances de su sola existencia.

Si también apareció sin estar presente aquel día de febrero, el bosque espeso, insondable y caótico de mi memoria mostraba una sola semilla aquel día, con mas información que mi colección de música entera, hasta tenia un “telescopio de bolsillo”, un astrolabio y sobre todo unas cartas del cielo nocturno solo para decirme que fecha era aquel día.

No hay mucho más que decir, solo que lo de hoy es como llevar imaginando toda una vida como seria el edén en el cual pasaras el resto de la eternidad, el cual completo, perfecto y hermoso al que pretendas un día llegar cuando sea hora de irte un poco mas allá, se instala a lado de la católica solo para decirme que efectivamente ¡existe! Y aún no contento con esto tiene un letrero en la entrada donde tiene escrito con letra de contrato “se aceptan vivos”.


1 comentario:

Marion dijo...

Confusión, tormento y lírica... más de lo que puedo amar.